
Una vez más, en vez de esctribir, pego. Esto salió publicado hoy en el periódico, y me volvió a llamar la atención. Continúa en aquella otra noticia....
"Expertos de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), especializados en el estudio de gemelos y mellizos, acaba de descubrir, según publica la revista «Psychological Science», que los genes pueden controlar la mitad de los rasgos de la personalidad que están en relación con la felicidad. El resto de los rasgos estaría vinculado al estilo de vida en general, al tipo de actividad profesional y a las relaciones sociales. El equipo de psicólogos británicos ha desarrollado diversos métodos para evaluar el tipo de personalidad de un individuo e incluso su nivel de felicidad. Alexander Weiss, catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad de Edimburgo, fue el encargado de la investigación. El ensayo que se ha dado a conocer, realizado de forma conjunta con científicos del Instituto de Investigación Médica de Queensland (Australia) analizó los resultados obtenidos a partir de 900 pares de mellizos. La investigación partía de un hecho: los gemelos idénticos son genéticamente iguales, mientras que los mellizos no lo son, de manera que es posible comparar los dos grupos para medir qué grado de influencia tiene la genética en un rasgo concreto. Para realizar el estudio, los investigadores buscaron personas que tenían la tendencia a no preocuparse, que eran sociables y se mostraban concienzudos en el trabajo. Estas tres características habían sido vinculadas por otra investigación anterior a un sentimiento general de felicidad o de bienestar. Las diferencias encontradas entre los resultados de los gemelos y de los mellizos sugieren que esos rasgos estaban en un cincuenta por ciento influidos por diversos factores genéticos. De todos modos, frente a posibles interpretaciones deterministas, el doctor Alex Linley, del Centro para la Aplicación de la Psicología Positiva, de la Universidad británica de Leicester, ha declarado que «la gente tiene una variedad de posibles niveles de felicidad, y es perfectamente factible influir en eso con técnicas» que ya cuentan con resultados positivos contrastables. En ese sentido, añadió, «conjuntamente con la vida y la libertad, la búsqueda de la felicidad es un deseo humano central. Aunque la felicidad está sujeta a un amplio rango de influencias externas, hemos encontrado que hay un componente hereditario de felicidad, que se explica totalmente por la arquitectura genética de la personalidad». La ciencia de la felicidad es un campo de interés creciente que exige, tanto por parte del público como de la industria, un cierto grado de comprensión sobre el bienestar emocional. En esa línea, el Centro para la Aplicación de la Psicología Positiva promueve la investigación de técnicas para impulsar la felicidad personal. El doctor Alex Linley considera asimismo que si bien otros estudios respaldan el argumento genético, era erróneo pensar que la naturaleza les ha dado a las personas un nivel fijo en términos de felicidad. «Lo que significa es que, más que un solo punto, la gente tiene una variedad de posibles niveles de felicidad, y es perfectamente factible influir en esto con técnicas cuyo funcionamiento se ha demostrado empíricamente. Cosas simples como elaborar una lista de puntos fuertes y usarlos de distintas formas todos los días o mantener un diario en el que uno escribe, cada noche, tres cosas por las cuales uno se siente agradecido han mostrado que se pueden lograr mejoras». Otros expertos han señalado que, a pesar de los hallazgos de la investigación que aparece publicada en la revista especializada «Psychological Science», es posible entrenarse para estar más contentos. Existe una amplia variedad de posibles niveles de felicidad, y es perfectamente factible influir en esto con técnicas cuyo funcionamiento se ha demostrado empíricamente."
Y luego estaba Gustavo Bueno, con esta otra, también llamativa, sobre todo porque yo siempre quise ser vaca...o lombriz.
"Gustavo Bueno es filósofo y autor, entre otros, del libro titulado «El mito de la felicidad». -¿Así que la felicidad está en los genes? -Todo depende del concepto de felicidad que se maneje. Desde un punto de vista psicologista, la felicidad está en relación con la relajación, con el bienestar, con la satisfacción y ése es un sentimiento con una base orgánica y, claro, en último término con una relación con los genes. Pero es discutible ese concepto de felicidad. Ya lo dijo Heráclito: si la felicidad es eso, los más felices son los bueyes cuando comen guisantes. Es una tautología. Nada más feliz, vistas así las cosas, que una vaca rumiando. -¿Entonces? -En español, especialmente, es un clásico hablar de la felicidad de los pueblos. Por ejemplo, Jovellanos. Es el equivalente a lo que después se ha denominado el Estado del bienestar. Es algo que se logra de una forma objetiva gracias a determinados bienes o de forma subjetiva porque el opio da tanta felicidad como el bienestar objetivo en la medida en que reduce a las personas a la sumisión, a no rebelarse, a conformarse. Voltaire se reía de esa felicidad de los pueblos, de esa felicidad pública, y comentaba que como depende del trabajo de cada cual cuanto más infelices son los individuos, más feliz es el pueblo. Es lo que decía Zapatero en la campaña electoral, en los debates de televisión en los que se veía que la macroeconomía va bien pero la microeconomía va mal. -¿Y el concepto filosófico? -Es antropológico. Es el concepto de felicidad de Aristóteles y de Santo Tomás. Para Aristóteles, la felicidad es un atributo de Dios que es autárquico, inmóvil, impasible y sin necesidades. La felicidad por contemplación. El corolario es que quien no es Dios no es feliz. Santo Tomás trata ya de un Dios de Aristóteles pero bautizado, que se comunica con los hombres y hasta se hace hombre y de esa manera le comunica su felicidad al hombre, aquí y en el otro mundo. La felicidad es la esperanza. Está dibujada ya en las bienaventuranzas. -Pero esa idea quiebra. -Con la Ilustración esa felicidad filosófica desaparece y entonces es cuando surge lo que denomino en mi libro como felicidad canalla, sea la de los libertinos del siglo XVIII o la de Kant. O la actual. Lo que cuenta es que la felicidad es un concepto metafísico vinculado a Dios. Por eso a estas alturas, cuando se habla de felicidad, no se sabe de qué se habla, está en función del LSD, del opio, de los baños de sal o de prácticas zen. Vamos, la política del consumidor satisfecho."
10 comentarios:
Interesantes artículos. Lo que está claro es que independientemente de lo que es la felicidad, de sus múltiples interpretaciones, tu, primilla, eres mas feliz que un regaliz. O por lo menos así lo muestras en esta linda foto. Y con tus comentarios jocosos.
mmmmm....me encanta el regaliz de palo, o sea el de verdad. Mira tu que entelequia. Qué era una entelequia? hoy no me funciona mucho la máquina central, dormí poco....mmmm...regalizz....se me cae la baba de lao estilo homer.
Besooooo!!
Qué horror tratar de medir la felicidad.
Qué espanto que haya alguien al que se le ocurra.
¿Se pueden medir las sensaciones, el amor, el odio, la envidia, la admiración...?
¿Se puede medir lo subjetivo? ¿Objetivamente?
Me meo de risa.
"LA INTELIGENCIA ME PERSIGUE, PERO YO SOY MÁS RÁPIDO" (Grafitti real, cortesía de la casa).
Qué bien, en breve volveré a ver la sierra del Cuera y la orilla del Sablón.
Besos.
no se puede medir, ni comparar, pero sí hablar de ella hooooras y hooooras.
Yo no leo, me quedo con la foto en la que pareces feliz. Y, para añadir algo, ¿y si la felicidad no es más que eso, unos segundos aquí, unos segundos allá, una luz entre tinieblas? Otro beso
Me encantan ambos artículos, el primero me parece un poquito sensacionalista, el segundo más "terreno". Me quedo con el segundo. Y comparto la observación de "hace falta" acerca de medir la felicidad y comparto también la de "musik" sobre tu foto, ¡estás guapísima tan feliz como un regaliz!
Yo creo que es posible que haya una parte genética que nos influye para ser más o menos felices, o disfrutar más o menos de ciertos momentos. Pero el entorno y nuestra elección de vida pienso que es realmente lo que marca nuestros "instantes de felicidad", puesto que no creo que haya alguien "permanentemente feliz".
No sé, es un tema complicado y muy amplio, con miles de visiones... La mía es la que te cuento, en poquitas palabras....
Besos, ¡guapísima!
Lo que si que creo es que la genética influye en el hecho de estar mas o menos zumbao. Y claro, cuanto mas zumbao estas mas feliz eres. Las circunstancias personales, lo que te rodea y te toca o eliges vivir son complementos a esa felicidad.
Yo, gracias a dios, tengo ambas cosas. Por un lado, estoy mas pallá que pacá. Y por otro lado mis circunstancias han sido favorables.
El resultado es que me siento inmensamente feliz. Y tengo suerte, podría decir que es un estado casi constante. Soy afortunada.
Creo que todas vosotras sois mujeres felices, o al menos que sabeis disfrutar de la felicidad, de esos instantes chiquititos que se suceden en la vida. Yo entiendo que va como la gráfica seno-coseno, como sois de letras no sé si sabeis...un sube baja pero curvo, con puntos de inflexión. Nada dura, nada permanece, todo cambia constantemente y lo bonito es disfrutar del movimiento mecedora de la vida.
Musik, es verdad que estás como una maraca.
Tertuliana, lee, no sé por qué me haces caso en todas mis tonterias, como si no me conocieras...En el fondo me encanta que estés ahí, y lo sabes. Siempre estás en la parte trasera de mi conciencia, lo sabes también?
lukosh, siempre agradezco tus visitas. Dijo Tinina que ibas a venir, es cierto?? si quieres podemos intentar vernos otra vez.
besos muchos muchos muchos
Ssssí, Laurita, voy a estar ahí del lunes 17 al viernes 21, la decisión la tomamos muy recientemente, por eso no te había avisado todavía...
Te doy mi correo massimo_lucia@hotmail.com y me mandas de nuevo tu móvil y así tengo tu correo también para escribirte...
¡Muchos besinis! Me encantaría verte.
Confieso mi adicción al recurrente tema de la felicidad. Creo inapropiado explayarme en un comentario, así es que si visitan mi ambigú están invitados a conocer y debatir mi opinión, y por supuesto a una sidra con bígaros.
Os espero allí.
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