miércoles, 12 de marzo de 2008

morriña, por tí





Murió Morriña, sé que fue un accidente y que el que puso el veneno para los ratones no tenía mala intención, es una bella persona, y yo también tengo los gatos con el mismo fín, atajar la plaga de roedores...pero me parece injusto, estaba preñada y yo esperaba los gatinos con ilusión, siempre alegra mucho la nueva vida, y disgusta igualmente la muerte. Con ella se ha ido una de las gatas de Gelín y el otro estaba a punto, le dejé con una especie de parkinson. Todas las primaveras lo veo pero nunca pensé que Morriña fuese a caer. Lo siento mamá, sé que tú la querías como yo, y lo siento Marta, su verdadera dueña. Ahora volará libre.

5 comentarios:

Lukosh dijo...

Lo siento muchísimo por Morriña y por ti y por todos los que la quisieran... Se ve una gata preciosa. No quiero decir mucho más porque a mí estas cuestiones (muertes de animales) me afectan... tal vez demasiado.

Lukosh dijo...

Puntualización: cuando digo animales no me refiero a animales humanos, esos la verdad es que me suelen dar menos pena, los encuentro menos indefensos...

BOMBA & LILO dijo...

A mi me pasa lo mismo. Los humanos..., depende de cuales, pero los animalillos, me dan pena todos. Penilla por esos ojazos azulones. Que pinta de maja... Seguro que estará jugando con Naki y Igor (mi rottweiller peluchón). Besillos a todos ellos y a sus hijillos no natos

lauritalafantastica dijo...

Es una realidad que muchos animales están extinguiéndose en cambio los humanos proliferan como los topillos de Castilla, quizás sea en parte por eso, además de que hay cada un.....
Pero no hay ser humano comparable al que se ama igual que no hay gata como la tuya (o la mía en este caso). Hoy ya tengo menos disgusto.
Morriña vino de viaje desde Galapagar, si no recuerdo mal, tras la boda de Mónica. Vivió dos años feliz, creo, y comió muuuuchos ratones. No es mala vida.
Besos y muchas gracias.

tertuliana dijo...

La vida es así, la vida es hermana de la muerte, cara y envés. Me alegro, en cambio, de tu serenidad en la pena. En la vida campesina todo tiene su real valor. Te quedan sus pequeños. ¿Te acuerdas tu? Una noche no recuerdo bien lo que pasaba ... algo preocupante y, al dia siguiente, vimos a los cuatro pequeños comiendo en el plato de Morriña ... Es verdad que le di muchos mimos a Morriña y que voy a sentir su ausencia cuando vaya por ahí.
Besos fuertes