La Asociación ESCANDA tiene que dejar la casona de Ronzón debido a los desperfectos causados en ella por las obras del túnel para el AVE que pasa justo debajo a unos 35m de profundidad. La cantidad y el tamaño de las grietas aparecidas y la próxima reanudación de los trabajos en la zona del túnel inmediatamente bajo el núcleo de Ronzón, hacen temer a los representantes de ADIF por la seguridad e integridad física de los habitantes, y han decidido su traslado a un hotel próximo durante un plazo inicial de cinco meses.
Acababan de terminar la casita, después de trabajar contrareloj por la inminencia del parto que ya llega, ya casi está aquí, durmieron en su nueva casa, recién estrenada habitación con vistas, muebles y decoración, todo buen gusto, limpieza y mucha ilusión. Detalles en cada esquina, radiadores y agua caliente, baño con cromoterapia y bañera grande, paredes de barro cálidas y de esquinas amables. Mucho blanco, mucha luz, mucha esperanza, mucha alegría....
Y llegó la mañana y las nuevas noticias, debían desalojar en dos dias e irse a un hotel. Dejar aparcados temporalmente sueños y comodidades, tras cinco años de pasar frio y vivir en un espacio público, compartido con visitas y participantes de actividades. Nervios, miedo, ninguna seguridad respecto a la vuelta dentro de cinco meses o un año a un espacio en el que tanto tiempo llevan trabajando, ningún papel que lo confirme, todo en el aire.
El domingo hubo una espicha en el jardín, con gran afluencia de gente de la zona, realmente consternada e incluso escandalizada por esta situación. Los vecinos se acercaron hasta allí como el que va a dar el pésame, a mostrar su amistad y su apoyo, a ver ese trabajo realizado para poderlo contar a los que no fueron. Es de agradecer tanto cariño, a pesar de que se diga que nadie apoya a los de Ronzón. Cuánta gente fue? Cuánta gente les apoya? No lo sé y no me importa, alguna gente de lena. Sobre todo, algunos vecinos que también están afectados por las obras y a los que sus propios vecinos rechazan y no escuchan, incluso las autoridades y responsables se han reido de ellos. Solo entre la gente de ESCANDA encontraron ayuda y apoyo, y ahora muestran su respeto.
Acababan de terminar la casita, después de trabajar contrareloj por la inminencia del parto que ya llega, ya casi está aquí, durmieron en su nueva casa, recién estrenada habitación con vistas, muebles y decoración, todo buen gusto, limpieza y mucha ilusión. Detalles en cada esquina, radiadores y agua caliente, baño con cromoterapia y bañera grande, paredes de barro cálidas y de esquinas amables. Mucho blanco, mucha luz, mucha esperanza, mucha alegría....
Y llegó la mañana y las nuevas noticias, debían desalojar en dos dias e irse a un hotel. Dejar aparcados temporalmente sueños y comodidades, tras cinco años de pasar frio y vivir en un espacio público, compartido con visitas y participantes de actividades. Nervios, miedo, ninguna seguridad respecto a la vuelta dentro de cinco meses o un año a un espacio en el que tanto tiempo llevan trabajando, ningún papel que lo confirme, todo en el aire.
El domingo hubo una espicha en el jardín, con gran afluencia de gente de la zona, realmente consternada e incluso escandalizada por esta situación. Los vecinos se acercaron hasta allí como el que va a dar el pésame, a mostrar su amistad y su apoyo, a ver ese trabajo realizado para poderlo contar a los que no fueron. Es de agradecer tanto cariño, a pesar de que se diga que nadie apoya a los de Ronzón. Cuánta gente fue? Cuánta gente les apoya? No lo sé y no me importa, alguna gente de lena. Sobre todo, algunos vecinos que también están afectados por las obras y a los que sus propios vecinos rechazan y no escuchan, incluso las autoridades y responsables se han reido de ellos. Solo entre la gente de ESCANDA encontraron ayuda y apoyo, y ahora muestran su respeto.
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