martes, 31 de marzo de 2009

hoy estoy rancia

Hoy estoy rancia: dormí mal, tuve frio y pesadillas, eché de menos y desayuné de más. Hoy, estoy harta de sacar grapas y escanear documentos, dios! creo que ya llevo cuatro meses al menos haciendo lo mismo!! ni siquiera recuerdo cuando empecé. Desde que hago esto, no hago nada más, todos los posibles trabajos que van surgiendo los hace mi compañera, supongo que porque yo ya estoy bastante ocupada. Cuando acaba, a veces me ayuda, pero no muchas. Llevo 1064 de 7002, no soy capaz a avanzar 100 diarios, que al menos serían 500 a la semana y en dos semanas 1000, en catorce semanas, 7000. Catorce semanas son tres meses y medio, y ya me parece una barbaridad que me desmoraliza, cómo pretenden que me pase seis meses escaneando, como si yo fuera una máquina?
También estoy harta de esperar, de echar de menos, de acostumbrarme a la sensación tan grata de sentirme amada para luego desearla, esperarla, necesitarla...y sufrirla. Es mucho más fácil acostumbrarse a una misma, una nunca se abandona, siempre está ahí. La rutina de la soledad es sólida y duradera, no falla, no tiene altibajos emocionales, es tranquila y aburrida. Es fácil y cómoda, y no entraña terribles vueltas mentales sobre cómo soy, cómo debería ser, cómo me comporto, si maduro o no maduro, etc.
Hoy es martes, pero parece lunes, los ojos me pesan, el ánimo también, el cielo está gris y plomizo y sólo se despejó de noche para dejar caer una helada que no me ayudó nada. Parece el tiempo y el mundo acompañan este dia rancio que he decidido tener....

2 comentarios:

hacefalta dijo...

Hum... sí, supongo que sí. Supongo que, aunque parezca una paradoja, uno lleva mejor la soledad que la ausencia.
Es más fácil acostumbrarse a sí mismo que así mismo +/- algo más.
El amor es como el bullicio del aeropuerto, el desamor una aduana fría e incómoda y la soledad el vuelo hacia otros destinos.
Por otra parte, me parece terrible el trabajo que estás haciendo. La única ventaja que tiene es que puedes pensar en lo que te de la gana, mientras ejecutas grapas mecánicamente.
Pero, ánimo, qué diantres... Se acerca mayo con su caravana de flores y frutas, se acerca la luz que mañana te calentará las mejillas e impedirá mohines de tristeza y desesperanza. Creo que ya te lo dije alguna vez... el momento más oscuro de la noche es justo un instante antes de que empiece a amanecer. Y los amaneceres son esplendorosos, ya verás. Un beso muy grande.
Tu escrito es una preciosidad de calidez y calidad.

laura dijo...

graciasgraciasgracias, miles, miles, y besosbesos