jueves, 14 de mayo de 2009

adiós


Hoy estoy sola por primera vez en mucho tiempo. Luis y Café se han ido a su tierra y Martín ya no está. Descansa en lo bajo del Pevidal, junto al castaño grande, entre avellanos y nisales. Les echo de menos. Fue difícil tomar la decisión de despedirme de Martín de esta manera, y llevo tiempo esperando la situación adecuada para contároslo. Por fín he recuperado el ordenador, y aunque me está costando volver a ponerlo en uso, aquí estamos, intentando explicar no sé muy bien qué. Mis sentimientos, mis recuerdos…mi despedida.
He preparado un batallón de fotos de recuerdos de su vida: de pequeño, de viaje por Bretaña, de paseo por los alrededores de Va.l.le, y ya los últimos años, atado cada vez más asiduamente, y en peores condiciones de vida. Tengo excusas, justificaciones e incluso explicaciones racionales de cómo se desarrollaron los acontecimientos hasta llegar a este final tan anunciado pero en el que nunca creí. No me apetece contarlas, llevo días explicándome en todos los entornos por los que paso, estoy cansada y quiero terminar con esta entrada, mi adiós íntimo. Prefiero poneros las imágenes y recordar con vosotras los buenos momentos y los malos vividos junto a Martín. Mi compañero, mi única compañía en muchos días solitarios, alegres o tristes, tan importante en los tristes. Siempre cariñoso, escuchaba y hablaba, acompañaba y daba calor, y hacía diferentes las aventuras por estos montes cuando aún no los conocíamos, investigábamos, dejándonos llevar por olores y colores, perdidos por ahí. Mientras pudimos disfrutar de la libertadfuimos muy felices ambos. Después, poco a poco la vida nos fue constriñendo asta acabar ambos encerrados por mallas metálicas, cadenas y correas. A los dos nos afectaba. Hoy no me puedo poner a cargar las fotos, es tarde, estoy cansada. Lo haré...

2 comentarios:

hacefalta dijo...

No estás sóla.

Lukosh dijo...

Ya sabes que lo siento. Me gustaría haber pasado antes por aquí.
¡Muchos besos y fuerza!