viernes, 12 de noviembre de 2010

Historias de domingos pasados

La nieve llega hoy, dicen…Mientras , yo soñé que el mundo se oscurecía como en una tormenta, pero mucho más, hasta que nadie veía nada y sólo nos iluminaban las luces de los coches. Hoy es un domingo de invierno, de esos fríos, con aire que se te mete por los huesos y te enfría por dentro. Tranquilo, como son los domingos de invierno, de limpiezas y orden, de lecturas y punto.


Nora y yo escuchamos a Norah Jones, su tocaya. Nora ya está aquí, y de momento así se llama. Aún no ha nacido pero su presencia es constante. Me acompaña en mis emociones y en todas mis actividades. Si me altero, me pongo nerviosa, sufro, ella se excita y da saltos y patalea. Si como dulces también se excita y se pone a dar brincos, y si estamos tranquilas, entonces duerme y se estira suavemente. Ya casi la podemos ver desde fuera de la barriga, sus movimientos estiran la fina piel que la protege y marcan sus manitas y piernas en movimiento.

Deseo ante todo, como cualquier madre, supongo, que ella esté bien, que su vida sea tranquila y apacible y que no sufra ningún mal, por eso me fastidia cuando algo me afecta a mí, que también la afecta a ella. Escucha las discusiones desde su globo de agua, siente los nervios y la adrenalina, y en general, no está ajena a la vida diaria, tan difícil a veces…

La vida nos va poniendo pruebas de carácter, o al menos eso dice Luis, que ese es el sentido que tienen las cosas que nos pasan, hacernos madurar y templarnos para prepararnos como padres de un ser inocente y pequeñito. Por eso tenemos goteras, nos hemos quedado sin agua caliente, se nos rompió la chimenea, y no hemos conseguido arar la tierra para prepararla para el invierno. Por eso en el taller se ha vuelto en mi contra acusándome de crear mal ambiente y desprestigiar a nuestra monitora haciéndome sufrir durante 7 horas por la mañana la incomprensión, la envidia y la maldad de las personas. Yo, hago caso a luis y canto por dentro, me comunico con mi hija e intento meterme yo también en un globo de agua en el que los sonidos lleguen amortiguados y lejanos. Digo para mí: esto no nos afecta, nosotras tenemos otras misiones y otras direcciones en la vida diferentes de participar en estos líos entre compañeras de trabajo, este rollo no es el nuestro.

A la vez, y aun a pesar de todo, voy aprendiendo a coser volantes y puntillas, a hacer vainicas, fruncidos y nidos de abeja, poner forros y bieses, distinguir paños de batistas y entretelas, y poco a poco, haciendo prendas de ropa bonitas que me hacen sentir orgullosa y capaz.

Espero hacer algo de ropa para nuestra hija, hacerla feliz y conseguir que pase un invierno cómoda y calentita, aunque nunca sabemos que nos va a deparar el futuro, si en el 2012 se acabará el mundo o si conseguiremos arreglar la maldita gotera del baño.

1 comentario:

Lukosh dijo...

Yo también espero que la vida de Nora esté llena, en primer lugar, de tranquilidad (para mí es una de las cosas más bonitas que hay).
Y espero que la vuestra (Luis, Nora y Tú), como conjunto, sea igualmente tranquila y bonita.
Las relaciones son complicadas, tenemos que aprender a cantar por dentro como dice Luis, es la mejor opción.
¡Besos y forza!