A veces apetece escribir aún, como siempre, sin tener casi nada que decir. Una vez abierto el debate de la felicidad, que es eterno e intrínseco al ser humano al menos desde que tenemos conocimiento de sus pensamientos, voy a seguir con él. Quizás no sea tan intrínseco y sólo comienza a aparecer con el nacimiento de la sociedad moderna. No parece que la tarea de sobrevivir deje tiempo libre para plantearse estas cuestiones en las tan desconocidas civilizaciones antiguas. De hecho escuché hace poco en la radio un comentario sobre que las enfermedades más comunes en la sociedad actual y en el mundo “desarrollado” en el que vivimos no existen entre los miembros de las pocas tribus que todavía podemos encontrar sobre la faz del planeta; serían la obesidad, la ansiedad, la depresión, principalmente. Falta la gripe, pero como pasa en una semana no la vamos a tener en cuenta… El caso es que en la sociedad del bienestar, donde todos y todas deberíamos “estar bien”, sin embargo tenemos tales agujeros emocionales que se nos reproducen estos síntomas de forma muy común (estar triste, desasosiego, comer compulsivamente, comprar compulsivamente, fumar compulsivamente). Todo compulsivo puesto que no rellena el agujero que causa la ansiedad. Si funcionase, con comer un pastelillo recuperaríamos la ansiada felicidad y tranquilidad emocional y arreglao el problema. Pero este persiste. ¿Qué debe hacer el ser humano para ser feliz? Ya hemos probado todo tipo de religiones, sectas, corrientes filosóficas y tantas cosas… pero el mercado puede con todo y resulta que no se encuentran más que soluciones individuales y esporádicas, como es lógico puesto que es imposible que la felicidad sea un estado duradero por la propia naturaleza de la misma naturaleza, en la que todo es cíclico o va en espiral y el equilibrio no es más que un ínfimo punto en la curva variable. Parece la mejor opción la de algunas religiones pero no se les ve visos de resistir muchos años, probablemente en 20 años ya no quede nada de ninguna sociedad que no sea la globalizada, y seguiremos viendo los documentales de la 2 como ya parte de nuestra historia. Qué penina…. Como el de los bosquimanos del Kalahari, ese de Nacional Geographic, que ya son historia prácticamente. Andaban en juicios contra la Shell, pero la libertad de prensa no nos deja enterarnos de los resultados de estos nimios asuntos que a casi nadie interesan y por tanto no venden.
La otra lucha que llevo interiormente en estos momentos es la de la dependencia-independencia, pero tras esta introducción, voy a dejarlo aquí, que así ya tengo un tema sobre el que escribir la próxima vez…. Más y más besinos, como diz Anxel, grandes y piquiñinos. Os voy a dejar con una canción que últimamente está muy de moda, para los que estáis lejos de la tierrina
http://es.youtube.com/watch?v=rVePam3mnk0
miércoles, 26 de septiembre de 2007
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1 comentario:
Jes, jes, jes, a mí me has hecho pasar un rato de felicidad o alegría con la cancioncita de marras...
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