
Claro, ya sé que no se presta a muchos comentarios si yo misma empiezo por decir que no quiero hablar de política. Ayer mismo estuve viendo una peli-documental en un chigre de la Pola. Las protagonistas eran las maquiladoras, mujeres en su mayor parte indígenas, muchas madres solteras, separadas o abandonadas. Son las víctimas más evidentes de la globalización en México. La peli era del año 2004, y con lo rápido que todo evoluciona, seguro que ya está desfasadísima, pero igualmente quedamos impresionadas (las personas presentes- hago este tipo de aclaraciones de género constantemente) por la fuerza de aquellas mujeres, sus condiciones de trabajo, sus vidas sin lo que llaman condiciones de habiltabilidad, que vaya término tan cursi para decir que no tenían ni agua ni luz ni alcantarillado, sus hijos, siempre limpios a pesar de la miseria circundante. Siempre es la mujer quien más duramente sufre las consecuencias del capitalismo, y es en ellas en quien es más evidente la injusticia. Apenas tenían tiempo para dormir, una hora o dos, y aún así sacaban a sus hijos adelante, y otra vez, siempre limpios.
Estuvimos charlando después sobre nuestras impresiones de la película, que por supuesto había llegado a hacernos sentir culpables hasta por tener el ordenador que nos estaba facilitando el hecho de verla. Nos volvimos a plantear nuestro consumo, una vez más, y si en realidad tenemos algún poder como consumidores para cambiar ls condiciones de vida de la gente que produce todo lo que nosotros consideramos tenemos derecho a tener, por el hecho de haber estudiado o simplemente por dedicar unas ocho horas al día a trabajar y obtener un sueldo. Resulta curioso, porque ellas trabajaban muchas más horas y sin embargo no tienen derecho a consumir apenas, en cambio sin ellas no podríamos consumir nosotros. Incluso consideramos que tenemos todo el derecho del mundo a viajar por esos paises, dejando allí nuestro dinero,y hasta sentimos que hacemos allí algún bien. Cómo el sistema nos convence de tales ilusiones es complicado de entender.
Hay corrientes que llaman "primitivistas" que buscan directamente el alimento que con sus manos pueden conseguir, y no participan del consumo, hay movimientos de "comercio justo" que buscan otras formas de consumo menos dañinas para los productores y para el medio, hay consumidores responsables que se preguntan cada vez que compran qué es lo que compran y qué consecuencias tiene cada pequeño acto de la rutina diaria. Yo lo único que me preguntaba es si yo podría vivir trabajando a cambio de un cuenco de arroz, y que tengo que dar gracias por todo lo que las tres cuartas partes de la población del planeta produce para mí en condiciones totalmente inadmisibles de vida. Aún no he encontrado la forma de agradecerles tanto sacrificio.
Estuvimos charlando después sobre nuestras impresiones de la película, que por supuesto había llegado a hacernos sentir culpables hasta por tener el ordenador que nos estaba facilitando el hecho de verla. Nos volvimos a plantear nuestro consumo, una vez más, y si en realidad tenemos algún poder como consumidores para cambiar ls condiciones de vida de la gente que produce todo lo que nosotros consideramos tenemos derecho a tener, por el hecho de haber estudiado o simplemente por dedicar unas ocho horas al día a trabajar y obtener un sueldo. Resulta curioso, porque ellas trabajaban muchas más horas y sin embargo no tienen derecho a consumir apenas, en cambio sin ellas no podríamos consumir nosotros. Incluso consideramos que tenemos todo el derecho del mundo a viajar por esos paises, dejando allí nuestro dinero,y hasta sentimos que hacemos allí algún bien. Cómo el sistema nos convence de tales ilusiones es complicado de entender.
Hay corrientes que llaman "primitivistas" que buscan directamente el alimento que con sus manos pueden conseguir, y no participan del consumo, hay movimientos de "comercio justo" que buscan otras formas de consumo menos dañinas para los productores y para el medio, hay consumidores responsables que se preguntan cada vez que compran qué es lo que compran y qué consecuencias tiene cada pequeño acto de la rutina diaria. Yo lo único que me preguntaba es si yo podría vivir trabajando a cambio de un cuenco de arroz, y que tengo que dar gracias por todo lo que las tres cuartas partes de la población del planeta produce para mí en condiciones totalmente inadmisibles de vida. Aún no he encontrado la forma de agradecerles tanto sacrificio.
8 comentarios:
Y luego lo de las muertas de Juárez. Este país en el que vivo está patas arriba. Te recomiendo veas El Violín,del realizador Francisco Vargas. es un reflejo de la realidad en el campo mexicano, y la lucha de la gente por sobrevivir. Es conmovedora hasta la médula.
Muchos saludos desde esta tierra.
Qué inigualables sorpresas nos deja el mundo que no existe! el mundo en el que las personas desconocidas se conocen y desconocen al mismo tiempo en una especia de amistad interestelar. Viva México! con esa mezcla tan bien amalgamada de vida y muerte, de blanco y negro y color.
Otro saludo y gracias por participar.
Jamás dejará de sorprenderme la capacidad de la mujer para sacar fuerzas de debajo de las piedras...
Este mundo es de locos, así lo hemos hecho. Lo de Juárez es muy fuerte. Cada vez que lo veo me quedo horrorizada. No entiendo como a día de hoy pueden pasar cosas así, que todo el mundo lo sepa y que nadie haga nada. Bueno, qué gilipollez, como muchas otras situaciones...
A mí tampoco, es curioso que cuando hablamos de nuestra capacidad para soportar el dolor y a veces de la resistencia física, los hombres nos miran (algunos, claro) con escepticismo. Sí, ya sé que a primera vista somos más débiles, más pequeñas, más sensibles, pero cuando las condiciones se endurecen entonces aparece la mujer salvaje, esa que corre con los lobos, y a esa, apenas la conocemos nosotras mismas y nos sorprende con su coraje y fuerza. Decían que está llegando el tiempo de las mujeres en aquellas profecías unos posts más atras, y yo parece que lo siento ya llegando... Quizás son imaginaciones, quizás autosugestión, quizás una simple proyección de mis avances en las relaciones femeninas, o quizás no, y sea cierto. Se verá.
Yo también lo intuyo... algo está cambiando.
Me jode muchas veces cuando toco estos temas porque se prestan mucho a ser tachados de feministas. Me jode porque aunque sí que debo admitir que lo soy y cada vez más, procuro esquivar los sexismos a la hora de debatir. Trato de guardarme mis ideologías y principios para mi, al menos cuando quiero mantener un debate con alguien. Pero es que es así, la mujer es una luchadora nata. Más fuerte que la roca, si la situación lo requiere. Posiblemente porque desgraciadamente tenemos que vivir una lucha constante. Hay un caracter (que no carácter) chino, que es el que ponen en los coches de policía, en las comisarías,etc. Quiere decir "Seguridad". Me lo explicó un amigo de mi padre. Se dibuja con una especie de cuadrado con un triángulo abierto encima y un palito dentro. Me comentaba que simboliza a una mujer dentro de una casa y que según la filosofía oriental, tener a una mujer en casa implica seguridad, aunque él discrepase hasta el infinito, jajaja. Me dejó muy pensativa... son muy interesantes los principios y las ideas que tienen por ahí...
Me releo y veo mis palabras malsonantes... perdón, últimamente estoy muy mal hablada pero debo ser fiel a mis instintos, y si enfaticé así será que forma parte de mi! ;)
Qué bonito, no hay cosa que más me guste que encontrar que mis pensamientos tienen un reflejo en la sabiduria ancestral, de la época que casi diríamos que la cultura no era cultura, aunque esto sea un despropósito. Yo siempre me tomé mi labor de ama de casa muy en serio, y creo que es lo que tengo que hacer porque mi naturaleza me lo dice: Cuidar, Sanar, Alimentar, Proteger, Escuchar. Lamento no tener una familia donde volcar todo esto, epro supongo la vida me da lo que necesito, así que no protesto. Pero
que quede claro que yo no soy feminista, pues aún sigo indagando sobre las diferentes virtudes de los sexos (como en anteriores posts ya debatimos) y además siempre las feministas me resultaron un tanto soporíferas, pero sí creo en las mujeres y en su forma natural de funcionar, de crear comunidad, de unirse para luchar.
A mi tb me encannnnnta volcarme en esas cosas. En mi casa, en mi hogar. Soy muy muy muy casera. Me podría pasar años sin salir de mi casa y sería feliz. Pudiendo cocinar, organizar cosinas y estar con los míos no necesito más! :)Es mi refugio, aunque entiendo que salir de vez en cuando es necesario. Cierto es que paso rachas, como todos, supongo. Pero de siempre he sido muy casera.
Ayyy si es que los sexismos y esas cosas aburren mucho, yo lo sé... pero como aquí me sincero tanto admito mi debilidad por todo lo que representa y supone la mujer en la vida...
Yo sin embargo creo que tienes una familia muy numerosa, con Martín, los mininos, las plantas... no sé, estás rodeada de vida y mucha de esa vida te necesita para vivir como vive... ya me empiezo a liar... besosososos
Sobre el tema de consumir... Bufff, lo veo tan complicado llegar a una solución "justa" de consumición y de trabajos bien pagados allá donde sea. No sé qué decir, me quedo sin palabras y me quedo algo triste ante una realidad-bucle que no sé por dónde coger ni cómo afrontar para mejorarla...
Muchos besos
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