martes, 22 de enero de 2008

Magia!


Anoche estuve un rato pensando en la magia. Es una pena que no pueda transmitiros mis pensamientos de antes de dormir, porque los encuentro interesantísimos mientras los estoy pensando, pero son de carácter efímero, quizá es precisamente por eso los encuentro tan interesantes, porque sé que por la mañana sólo recordaré frases sesgadas y nunca tan bien estructuradas como las de esos momentos de especial lucidez. Y pienso: “esto tenía que apuntarlo”, pero cuando estoy en la cama disfrutando de mí misma, algo muy grave tiene que suceder para que me vuelva a levantar.
Bueno, el casu ye que tuve leyendo algunas cosas sobre la mente y la conciencia, gracias a Luis, todo hay que decirlo, que me dejó un libro que consiguió que yo leyera, porque últimamente no me enganchaba ninguno. Y entoncenes paré a pensar sobre estas cosillas de la mente, en concreto, de la memoria. No entiendo cómo puede ser que a veces no recuerdo algo que sé, que lo tengo en la punta de la lengua, y me imagino buscándolo por el armario en el que guardé los recuerdos de aquel año, o quizás los de aquel tema (la verdad que no tengo la menor idea de cómo ordeno el armario de mis conocimientos). Total que venga y venga a revolver por allí hasta que me doy por vencida, “no lo recuerdo”, y cierro la puerta del armario y paso a pensar en otras cosas. Vete tú a saber cómo quedó aquello después de semejante frenesí buscador. Lo raro es que mientras revuelves el armario, tampoco encuentras nada del tipo de “meca! mira! si lo había olvidado!... este recuerdo tan interesantísimo que tenía aquí!”. Bueno y pasa el tiempo, duermes y vives la vida, y luego un día vuelves a ver a aquella persona con la que hablabas del tema que no recordabas, y nada más verle el careto, antes ni siquiera de saludar, va y directo y rápido como un sputnik, sale el recuerdo alto y claro y se pone delante de todo lo demás que entretenía mi cabeza durante aquella mañana y no puedo más que decir: “Magia!!!!”
Total, los recuerdos tienen vida propia, se esconden y reaparecen a su antojo sin que yo (en caso de existir algo sobre lo que ”yo” tenga control) gobierne ni decida. Y lo mismo los conocimientos y relaciones mentales, a veces funciona la mente como si la hubiesen puesto a punto y otros días no hay manera con ella y con cuatro pensamientinos de nada se obceca y no funciona. Entonces, puesto que no soy yo quien gobierna, no soy capaz de controlar mis armarios de recuerdos, recetas y otros saberes, no conozco ni sé lo que contiene mi memoria, o me gobierna otro ser, o todo es cuestión de magia.

2 comentarios:

Citlalinushka dijo...

Tienes razón, los recuerdos tienen vida propia. Yo les hice su propia enciclopedia: llevo un diario desde los 11 años.
Llegué acá por casualidad. Pasearé seguido por aquí.
Saludos!

lauritalafantastica dijo...

saludos a tí también, es un placer tener nuevs invitads (aún no sé qué sexo adjudicarte, con ese nombre tan peculiar) a este inexistente lugar. Prometo investigar tus entresijos en tus blogs en cuanto tenga un ratito.