jueves, 21 de febrero de 2008

El amor como fuente de felicidad


Comparto este texto, que me resultó instructivo, a ver si os gusta:


«La felicidad la marca cada instante, cada momento, cada pensamiento»


"Sin duda, el factor esencial para ser feliz y longevo es el amor. El amor es más fuerte que la muerte, dice la Biblia (Cnt. 8, 6). Maurice Blondel señaló: «El amor es, ante todo, lo que hace ser». Eros es la primera entidad divina en la mitología griega, el dios más antiguo, principio de relación y armonía, gracias al cual surge el cosmos y la vida a partir de la masa universal. El amor rige la práctica totalidad de las relaciones humanas y, según la cultura, ha sido representado a lo largo de los siglos con uno u otro matiz: amor divino, amor filial, amor al prójimo, etcétera. Platón profundiza en «El banquete» sobre las doctrinas del amor y distingue el amor sensual, encarnado por el hijo de Venus Pandemia, que representa el instinto erótico, productor de vida, y el hijo de Venus Urania, Venus Celeste, que representa el amor espiritual y cuya intensidad puede ser tan notable como el Pandemio.

Amor, salud y longevidad

El amor nos protege de la angustia de la depresión y, al mismo tiempo, es un mecanismo protector de la agresión de los conflictos de la vida. Sólo a través del amor podemos salir del laberinto del sufrimiento. Las personas felices se sienten cómodas con sus familias y amigos y son menos propensa a la enfermedad, y todas ellas presentan cuatro ingredientes esenciales: poseen una autoconfianza saludable, controlan sus vidas, son más optimistas que sus contemporáneos y la mayoría de ellas son personas extrovertidas. La felicidad y el amor están muy ligados en el ámbito de nuestra sociedad occidental; por ello, no resulta extraño que la trilogía felicidad, amor y autoestima sea virtualmente inseparable. La persona mayor tiene que amarse a sí misma, tiene que cuidarse emocionalmente; de lo contrario, no sólo se envenena a nivel emocional, sino que introduce las toxinas venenosas en todas las relaciones interpersonales. Pero para ser feliz hay que tener la voluntad de serlo, hacer más vida social, desarrollar una personalidad sociable y extrovertida, ser más activa, generar pensamientos positivos, eliminar conflictos mentales y valorar la propia felicidad. Pero, además, a causa del amor, la persona puede permanecer más inmune a la enfermedad que aquella otra que carece de la experiencia amorosa. Varios estudios de investigación, en este sentido, han evidenciado que el amor es la mejor receta para una larga vida. En efecto, la Federación Mundial de Cardiología ha declarado que el amor contribuye a evitar todas las enfermedades del corazón y favorece la longevidad. Estudios realizados con personas afectadas de patologías cardiovasculares han demostrado que las que carecen de afecto emocional parecen tener un proceso de recuperación más lento que aquellas personas que mantienen viva la llama del amor.

Efecto y ternura

Sin duda, en las personas mayores el efecto y la ternura ayudan a mantener un buen estado de salud mental, al tiempo que potencian la inmunocompetencia y el funcionamiento cardiovascular. Cuando estamos inundados por emociones positivas, como las que integran el amor, el sistema inmune trabaja mejor y nuestro organismo tiene mayor capacidad de regenerar los trescientos billones de células que cambiamos cada 24 horas. Si, por el contrario, el anciano está experimentando resentimiento, odio o enojo, las hormonas del estrés, como el cortisol, son liberadas a la sangre, produciendo una menor respuesta del sistema inmune y una mayor probabilidad de contraer la enfermedad. Para vivir muchos años el mejor fármaco es «quererse más». Igualmente, una mente invadida por pensamientos positivos genera una onda expansiva de bienestar y de salud. Estos «mensajeros de los pensamientos», llamados neurotransmisores o neuropéptidos, tienen un efecto analgésico, antiinflamatorio y regulador del sistema inmune. Sin este pensamiento optimista, el individuo pierde la esperanza, tal vez sufra una parálisis psicológica que acelera todos los procesos deletéreos del envejecimiento. Este tipo de pensamiento disminuye la sintomatología depresiva, modera la tensión arterial, refuerza el sistema inmune y disminuye la aparición de los síntomas de la ansiedad. Así pues, el estado mental es muy importante; sentirse joven y optimista, aunque se tenga una edad avanzada, así como mantener viva la llama del amor, es la clave para gozar de la felicidad, de la salud y, seguramente, ser longevo."

José Antonio Flórez Lozano es catedrático de Ciencias de la Conducta del Departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo.


Bueno, pues hay poco más que decir, AMAD.

6 comentarios:

vengamarc dijo...

Por ejemplo, la autoculpa por no haberme ocupado de mi ahijada... ¿le podrás pasar esta info para que pueda comunicar con ella y mi mente genere ondas positivas? Puedes darle entrada en el blog vacacional ...

Karma dijo...

Creo en ello ciegamente. No sé si recuerdas al principio de nuestras charlas que ya lo comentamos. Yo creo que por ahí van los tiros de TODO, de todas nuestras dudas existenciales. Ahora sólo me queda darle forma (ja!)
El amor mueve montañas! Y nos pone muy guapos a todos.
Besos

lauritalafantastica dijo...

Jolines, que habilité sin querér lo de moderar comentarios, y hasta ahorita no os había visto...Perdones miles.
Al tema, que decía una amiga mía y desde entonces lo repito mucho (tengo complejo de loro, a veces) que lo difícil es permanecer enamorado de la vida aunque tu amor de pareja no perdure, y de eso se trata, supongo.
Gracias de nuevo, por estar ahí, me hacéis mucha compañía.
Vengamarc, le mando un correo a Natalia. Besosssss

lauritalafantastica dijo...

Vengamarc, voy a recetarte flores de bach, vete a una herboristeria y pide un frasquito de pino, que va muy bien para la culpa, sobre todo cuando es infundada o generada por las circunstancias circundantes. Te noto un tanto...asín.

Lukosh dijo...

No sé, no sé... Yo soy más partidaria de las ideas del libro "El arte de amar" de Erich Fromm. Pienso que simplemente amar es "dar", obviamente, dar sin pensar en recibir.

Y que eso a un@ le hace feliz momentáneamente, mientras da, claramente feliz dentro del "cupo" de felicidad de cada un@ (el mío no es muy grande).

A partir de ahí pensar que el que ama sea más o menos sociable o saludable me parece ya una idea infundada, aunque bonita.

Sobre que las personas que aman son más longevas... yo tengo la teoría contraria, una idea, sin duda, también infundada. Para mí las personas que no aman, sino que odian, las personas que segregan mucha bilis, por algún extaño mecanismo físico-químico, duran mucho más que las que no segregan tanta bilis (tengo muchos ejemplos cercanos [incluso familiares:]y menos cercanos).

De cualquier forma, el texto que has traído tiene su encanto y dice cosas "agradables" y relajantes, para el que quiera creerlas.

Besos grandes

BOMBA & LILO dijo...

Amar es sencillo, no tiene complicaciones. Lo complicado es entender que es y como se debe gestionar el amor.
A menudo la gente se complica esperando que el amor sea eternamente de la misma intensidad. Se pretende que el amor espiritual y el instinto erótico perduren de la misma manera, y eso es imposible.
La pasión desaparece. Pero no me refiero al deseo sexual, sino a esa sensación , a ese cosquilleo, ese hormigueo que te recorre todo el cuerpo cuando empiezas una relación. Esos momentos tan intensos, que se perpetúan ligeramente, pero que acaban por desaparecer. Es en ese mismo instante, cuando la gente cree que se ha acabado el amor. Pero lo que queda es un lazo más fuerte. Ese amor espiritual es el que hay que enriquecer cada día. Ese amor es el que consiste en dar, sin pensar en recibir (pero recibiendo). Es aquel en el que te descubres pensando por dos y no por uno. Asi, de manera natural, sin forzarlo.
Pero el nivel de compromiso ha de ser equitativo. Si la balanza tiene un pequeño desnivel, puede mantenerse con un quita un poco de aqui, pon un poco de allá. Pero si el desnivel es considerable, apaga y vamonos.
Es importante tener la suerte de encontrar a una persona que ame con la misma intensidad que tu. Que sea capaz de adquirir el mismo compromiso. Si se consigue, todo lo demas ha de venir rodado. Y si no e s asi, a poner una reclamación. Que despues de todos los sacrificios que tenemos que hacer para que las cosas salgan correctamente, que no salgan, manda huevos.