Os dejo aquí este pedazo de rollo macabeo, que quiere decir pesado como una maza o contundente como un golpe de martillo, no sé...
"Las cuatro nobles verdades suenan como la base de cualquier teoría con raíces terapéuticas:
1. La vida es sufrimiento. La vida está en última instancia llena de sufrimiento, y puede decirse fácilmente que el sufrimiento es un aspecto inevitable de la vida. Si tengo sentidos, puedo sentir dolor; si tengo sentimientos, puedo sentir pena; si tengo la capacidad de amar, tendré la capacidad de afligirme. Así es la vida.Duhkha, la palabra en sánscrito para el sufrimiento, puede traducirse también como estrés, angustia e imperfección. Buda quería que entendiéramos el sufrimiento como una base sobre la que mejorar.Una clave para entender el sufrimiento es entender anitya, que significa que todas las cosas, incluyendo las vivientes, las que amamos y nosotros, son inestables (no permanentes). Nuestra peculiar posición de ser mortales y ser conscientes de ello es una gran fuente de ansiedad, pero es también lo que concede a nuestras vidas, y a las elecciones que hacemos en ellas, sentido. El tiempo se convierte en importante solo si tenemos una cantidad limitada de él. Hacer lo correcto y amar a alguien solo cobra sentido cuando no tienes toda la eternidad para ello.Otro concepto clave es anatman, que significa que todas las cosas -incluso nosotros- no tenemos "alma" o alguna clase de sustancia eterna. Sin sustancia, nada permanece, y nadie tiene una existencia separada del resto. Todos estamos interconectados, no solo en nuestro mundo humano, sino con el universo.
2. El sufrimiento es debido al apego. Podríamos decir que al menos gran parte del sufrimiento que experimentamos proviene de nosotros mismos, de nuestro deseo de que el placer, la felicidad y el amor duren para siempre y que el dolor, la pena y la angustia desaparezcan por completo.Esto no quiere decir que evitemos todo placer, felicidad y amor. Ni que creamos que todo el sufrimiento proviene únicamente de nosotros. Simplemente es innecesario, si nos clavan una flecha, como dijo Buda, volver a clavárnosla de nuevo.Apego es una de las posibles traducciones de la palabra trishna, que también puede traducirse por sed, deseo, lujuria o capricho. Cuando no llegamos a darnos cuenta de que todas las cosas son imperfectas, inestables (no permanentes) e insustanciales, nos abrazamos a ellas con la ilusión de que son perfectas, permanentes y sustanciales y que, al abrazarnos a ellas, nosotros también seremos perfectos, permanentes y sustanciales.Nuestra falta de "esencia" o de una estructura predeterminada, nuestra "vacuidad", nos conduce a anhelar la calidad de la solidez. Somos, podría decirse, como un remolino de aire que deseara ser una roca. Nos abrazamos a las cosas con la esperanza de que ellas nos concedan un cierto "peso". Tratamos de cambiar a las personas que amamos en objetos al pedirles que no cambien, o tratamos de convertirlos en compañeros perfectos, sin darnos cuenta de que una estatua, aunque viva para siempre, no tiene amor para darnos. Intentamos ser inmortales, ya sea creyendo de forma desesperada en los cuentos de hadas, o convirtiendo a nuestros hijos y nuestros nietos en clones de nosotros mismos, o tratando de entrar en los libros de historia o en los programas de TV. Incluso nos aferramos a nuestras infelices vidas porque el miedo al cambio nos aterroriza.Otro aspecto del apego es dvesha, que significa evitación u odio. Para Buda, aborrecer algo era una forma de apego tan fuerte como desearlo. Solo dando a las cosas que nos causan dolor, permanencia y sustancia les damos el poder para hacernos más daño. Cuando nos agitamos de miedo, no es por aquello que pueda causarnos daño, sino por nuestros propios temores.Las cosas más terroríficas que hemos visto este siglo son los movimientos de masas -los nazis, la guardia roja, el Ku Klux Klan, los grupos terroristas, etc., etc. El pensamiento parece ser éste: si yo no soy más que un soplo de aire, quizá uniéndome a otros de mi clase ¡podré llegar a ser un huracán! Más allá de esto están todos los movimientos políticos, revolucionarios, religiosos, antirreligiosos y otros que tan solo pretenden crear un estilo de moda. Y el odio es el pegamento que los mantiene unidos.Un tercer aspecto del apego es avidya, que significa ignorancia. En un nivel, se refiere a la ignorancia de las Cuatro Nobles Verdades -no comprender la verdad de la imperfección y esas cosas-. En un nivel más profundo, también significa "no ver", por ejemplo, no experimentar la realidad directamente, sino ver en su lugar nuestra interpretación personal de ella. Más que eso, ¡solemos tomar nuestra interpretación de la realidad como más real que la realidad misma!En algunos sutras, Buda añade un aspecto más del apego: ansiedad. El miedo, como el odio, nos ata a las cosas que nos hacen daño.
3. El sufrimiento puede ser extinguido. Al menos ese sufrimiento que añadimos al inevitable sufrimiento de la vida puede ser extinguido. O, si queremos ser más modestos en nuestros anhelos, el sufrimiento puede ser disminuido.Con décadas de práctica, algunos monjes son capaces de trascender incluso el simple y directo dolor físico. Yo no pienso, en cualquier caso, que la gente común como nosotros en nuestras vidas corrientes tengamos la oportunidad de dedicarnos durante décadas a una práctica tan extrema. Para la mayoría de nosotros, la terapia es una cuestión de disminuir la angustia mental más que de eliminar todo tipo de dolor.Nirvana es el nombre tradicional para un estado del ser (o del no-ser, si lo preferís así), en donde todo apego y por tanto todo sufrimiento ha sido eliminado. Se traduce a menudo como "apagar", con la idea de que eliminamos el self como cuando apagamos una vela. Otra interpretación es que el nirvana es como apagar el fuego que amenaza con consumirnos, o incluso llevarse el oxígeno que mantiene el fuego ardiendo. Al "apagar" el apego, el odio, la ignorancia, "apagamos" el sufrimiento innecesario. ¡Quizá una forma más útil de traducir el término nirvana es libertad!
4. Y existe un camino para extinguir el sufrimiento. Esto es lo que todos los terapeutas creen, cada uno a su manera. Buda le llamó el Óctuple Sendero."
Copyright 2004, C. George Boeree. This webpage is made up of edited selections from Introduction to Buddhism.©Copyright of translation 2006, José Silvestre Montesinos
jueves, 27 de marzo de 2008
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5 comentarios:
Qué pasada, Laura. Me encanta. Pero esto debo leermelo en casa, con tranquilidad, porque necesito pensar para poder entenderlo. No obstante, en una primera lectura todo lo tranquilamente que he podido aquí en la oficina, me gustan muchas de las reflexiones que se hacen pero por otro lado, joder, esos propósitos u objetivos o como deban llamarse, parecen tan difíciles de lograr...
Uffff !!! muy interesante el "rollo macabeo" y, desde luego, requiere (al menos para mí) de varias lecturas. Vamo a vé, me ví a de enrollar.
Las cuatro nobles verdades:
-- La vida es sufrimiento.
-- El sufrimiento es debido al apego.
-- El sufrimiento puede ser extinguido.
-- El octuple sendero es un camino para extinguirlo.
Un lógico diría: Si la vida es sufrimiento y el octuple sendero es un camino para extinguirlo... ¿el octuple sendero extingue la vida?
Un filósofo diría: ¿los retazos de felicidad que, a veces, nos ocupan
nos privan de la esencia natural de la vida: el sufrimiento?
Un dictador -bien sea político o religioso- diría: Eliminemos el apego natural y establezcamos ciertos apegos artificiales que podamos controlar. Así controlaremos el sufrimiento y, por tanto la vida.
A mí me apetece decir: pamplinas, la vida se compondrá de tantos sufrimientos como yo pueda asumir.
De tantos apegos como yo necesite.
Y el octuple sendero me suena a los caminos reales para la trashumancia de las ovejas.
Creo que la trampa está en la primera "verdad natural". En mi opinión, se sufre cuando uno no acepta las "reglas" voluntarias de esta broma pesada; cuando uno no entiende el papel que ha elegido; Cuando uno tiene miedo de pensar libremente.
¡Hála! ahí queda eso.Jejeje.
supongo tienes razón, me has dejado algo planchada, cuando reacciones te contesto, gracias por comentar!!
No, yo no tengo LA razón. Tengo MI razón, así que no te quedes planchada. ¿Deberíamos quedarnos planchados escuchando otras razones? (Por cierto tengo cosas por planchar).
Yo no creo en la realidad absoluta, así pues, cada par de ojos del mismo rostro ve las cosas de distinta manera y todas son realidades subjetivas. Lo jodido del caso es que jamás podremos saber cómo son las realidades subjetivas de los demás. Te invito a que hagas una prueba: Pregunta a la gente ¿qué es una mesa?. Verás que hay quien responde hablando de su utilidad; otros hablarán de las patas que tiene (casi todos dicen cuatro ¿y si tiene 8 patas no es una mesa?); algunos hablarán de su materia (generalmente madera. Nadie te dirá que es de metacrilato, pero las hay); ¿Una piedra grande y lisa es una mesa?
En cualquier caso, imagina que de cada definición -compuesta por varias palabras o conceptos- siguieramos preguntando definiciones para afinar más. Por ejemplo: si alguien opina que una mesa es un mueble resistente, cabría preguntar por la definición de resisitencia... y así hasta donde queramos.Enseguida nos daríamos cuenta de que hay tantas definiciones de un objeto simple como una mesa, como individuos.
Juer esto si que es un rollo macabeo. Lo siento, pero es un tema que me apasiona y entro al trapo enseguida.
Perdón por el latazo. Procuraré hacer comentarios más cortos.
Ahí estamos de acuerdo, mira si no las etiquetas "realidad". ye que hoy, como puedes ver en el último post, no ando muy católica.
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