Una quiere una cuadra, la busca, la persigue sin descanso, la encuentra. Cuando la encuentra y llega el momento de tomar la decisión, entonces ya no sabe si la quiere. Entonces la propiedad medio se echa atrás, otra vez la quiere con pasión!!. Supongo es lo natural, querer lo que no se tiene, cuando se tiene, ya no se quiere.
A veces pasa con las personas, deseamos poseer a alguien tanto que todo nuestro pensamiento gira alrededor de su persona, por eso es de agradecer que no funcione la telepatía, no estamos preparadas. Imaginad oir a alguien lleno de pensamientos, tanto como podemos estarlo nosotras a veces…menudo sufrimiento.
Estos últimos días me he sentido como un bien codiciado y luego despreciado. No me resulta nada agradable esta sensación, lógico. Sé que no era momento de ser el bien de nadie, sé que aún no me siento fuerte bastante, por eso intentaba caminar despacio, para ver venir el batacazo, concentrada, con cuidado. Pero llegó como siempre, batacazo en plan batacazo, es claro que si no no sería batacazo, por eso será. Tras intentar hablar con el perro y luego con la pared, me he dado cuenta de que no obtener respuesta no es comunicación, y para hablar sola mejor pensar, al menos no doy la sensación de estar loca.
No entiendo la vida, ni entiendo por qué me pasan las cosas que me pasan. Sé que estas son las preguntas que el ser humano se formula siempre que ocurre algo que le disgusta, en general cuando nos gusta nos distraemos disfrutando. Sólo encuentro que puede haber una extraña relación kármica que rija mi vida, y aunque soy consciente de que no deja de ser una creencia bastante poco lógica, es la única que me consuela, así que a ella me abrazo con total amor, a falta de alguien a quien abrazar así.
Hay entradas alegres y otras tristes, como los días, así que, que nadie se preocupe, todo llega y todo pasa, como el agua del río. Os dejo con la alegría de Inés y la sorpresa de uno cuyo nombre no sabría escribir, para compensar.
Más besos.