Se llama café, no tiene un mes y llego ayer acompañada de la luna llena. Es la nueva amiga de Martín y fue emocionante presentarles, ser testigo de su curiosidad, su miedo, su necesidad de cariño, todo mezclado. Interpretamos emociones humanas en el comportamiento animal? era tan evidente su confusión emocional, tan clara y visible, igual que mirar a dos niños pequeños.
Por otro lado, por fín tenemos la temida auditoría de AENOR, y comimos todos juntos observando los cambios de tono entre el bosque de castaños y el fayeu.
Llegó el sol y las heladas nocturnas, acompañado también de la luna llena, lo que en teoría quiere decir que este es el tiempo que nos vendrá de ahora en adelante.
Bienvenida, café.
5 comentarios:
¡Bienvenida café! Se le ve preciosa, espero que Martín no la atropelle como a mí cuando te fuimos a visitar, jes, jes, jes...
Dale muchos mimitos de mi parte se le ve un encantín. Es un gusto observar cuando los animales se "reconocen", su curiosidad, su interés, ¡me encanta!
Muchos besos y que tengas un excelente fin de semana acompañada de tus pequeñinos (es un decir...)
Muy guapín el café.
Ánimo de cara al invierno, que siempre nos trae la primavera. Por cierto, te sienta muy bien el rojo.
Buen finde.
que ye? un aguaronin?
sí, tengo en casa un brazo de mar para que nade con Martín.
Ye perra, muyer
Está de funeral, pero parece que no siempre porque hoy puedo verlo todo en colores auténticos.
Y he puesto algo en las vacaciones virtuales que nos engancha bien.
Besos desde el Finisterre
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