Domingo de lluvias, casi se puede decir que al fín llueve, después de dos semanas secas, soleadas y tan necesarias para iniciar el trabajo primaveral. Muchas tierras ya están aradas, otras limpias y listas para dejarse arar, comienzan los preparativos para la siembra de la patata, ese momento tan importante en la vida del campo. Son las patatas la base de nuestra alimentación junto con el cereal, principalmente en forma de pan, por estos lares. Siguiendo el ciclo de la patata se entiende la vida, ya que con la patata se alimentaba a las personas, gochos y gallinas. Luego deja esta su hueco en la tierra que a su vez se llena de nabos, para comer o forrajeros, y al otro año o escanda o maiz, y de nuevo patatas.
Tuve así diez maravillosos y soleados días de vacaciones, que aproveché tanto como pude y el cuerpo me dejó. Empezó este tiempo en una andecha en el Cantu la Vara, en la que entre 15 personas limpiamos y cerramos una finca que ya estaba salvaje, dueña de sí misma, llena de zarzas y arbustos. No acabamos con todo, pero dio un cambio lo bastante llamativo como para que pudiéramos marchar de allí orgullosos de nuestro trabajo.
Después se dejó correr la semana entre viajes a Gijón para las gestiones de la nueva furgoneta y trabajo en la huerta. Por dos veces quedamos en Va.l.le para sayar el pan, que ya está sayao. Vino Laudelina y nos dio clases en idioma asturiano desconocido, para que luego digan que esto no es una lengua, durante un ratito no le entendimos nada de lo que decía, y al final aprendimos varias expresiones nuevas relacionadas con la escanda, y probablemente de Quirós, pues por aquí tampoco se dicen. Bajo el sol, muchos, da gusto trabajar así, se avanza rápido, el trabajo se hace ligero y divertido. Así también limpiamos nuestra tierrina de maiz en Xomezana, en un canto con vistas al vertedero de obra en Espineo, mirando al Sur, expuesto, como mirador del valle, un lugar fantástico, y después de una mañana allí, recuperado a la salvaje natura para de nuevo ser sembrado, tras unos años de abandono. A mí me gusta más recuperar tierras abandonadas que solo sembrarlas, le da un toque romántico al asunto, y se siente una algo salvadora de algo…
Hoy domingo llueve de nuevo, el dia está gris y aburrido, y yo con el ojo tapao porque me atacó un mandil que con su amenazador corchete me hizo una heridita en el ojo, pequeña pero bastante incómoda. Llevo así dos días, disfrazada de pirata, muy apropiado para este tiempo de carnaval.
Tenía yo para estas vacaciones una enorme lista de cosas que quería hacer, y no las hice todas, pero sí muchas. Mierda, aún me falta limpiar el gallinero…de mierda, sí. Ha sido un tiempo muy feliz, y con ganas tantas tantas de estar en paro y poder dedicar todos mis dias a recuperar tierras abandonadas y resembrarlas de lo que sea!!! Ojalá el tiempo de los trabajos colectivos dure mucho, ojalá consigamos que esta actividad sea más importante para nosotros que otros factores que en la vida te van separando. Que sean muchos años y toneladas de patatas y cereales! Aunque eso, en realidad, es lo de menos.
Tuve así diez maravillosos y soleados días de vacaciones, que aproveché tanto como pude y el cuerpo me dejó. Empezó este tiempo en una andecha en el Cantu la Vara, en la que entre 15 personas limpiamos y cerramos una finca que ya estaba salvaje, dueña de sí misma, llena de zarzas y arbustos. No acabamos con todo, pero dio un cambio lo bastante llamativo como para que pudiéramos marchar de allí orgullosos de nuestro trabajo.
Después se dejó correr la semana entre viajes a Gijón para las gestiones de la nueva furgoneta y trabajo en la huerta. Por dos veces quedamos en Va.l.le para sayar el pan, que ya está sayao. Vino Laudelina y nos dio clases en idioma asturiano desconocido, para que luego digan que esto no es una lengua, durante un ratito no le entendimos nada de lo que decía, y al final aprendimos varias expresiones nuevas relacionadas con la escanda, y probablemente de Quirós, pues por aquí tampoco se dicen. Bajo el sol, muchos, da gusto trabajar así, se avanza rápido, el trabajo se hace ligero y divertido. Así también limpiamos nuestra tierrina de maiz en Xomezana, en un canto con vistas al vertedero de obra en Espineo, mirando al Sur, expuesto, como mirador del valle, un lugar fantástico, y después de una mañana allí, recuperado a la salvaje natura para de nuevo ser sembrado, tras unos años de abandono. A mí me gusta más recuperar tierras abandonadas que solo sembrarlas, le da un toque romántico al asunto, y se siente una algo salvadora de algo…
Hoy domingo llueve de nuevo, el dia está gris y aburrido, y yo con el ojo tapao porque me atacó un mandil que con su amenazador corchete me hizo una heridita en el ojo, pequeña pero bastante incómoda. Llevo así dos días, disfrazada de pirata, muy apropiado para este tiempo de carnaval.
Tenía yo para estas vacaciones una enorme lista de cosas que quería hacer, y no las hice todas, pero sí muchas. Mierda, aún me falta limpiar el gallinero…de mierda, sí. Ha sido un tiempo muy feliz, y con ganas tantas tantas de estar en paro y poder dedicar todos mis dias a recuperar tierras abandonadas y resembrarlas de lo que sea!!! Ojalá el tiempo de los trabajos colectivos dure mucho, ojalá consigamos que esta actividad sea más importante para nosotros que otros factores que en la vida te van separando. Que sean muchos años y toneladas de patatas y cereales! Aunque eso, en realidad, es lo de menos.
3 comentarios:
Qué hiperactividad! Qué maravilla!
Nosotros anduvimos por Ponferrada, y me mojé con esa lluvia que comentas! Y estuvimos en la huerta de unos conocidos de mi madre, que acababan de sembrar fiiiilas y filas de patatas, y las lechuguitas ya se dejaban ver, aunque muy chiquitinas... y nos hemos vuelto cargados de verduras de huerta!
Pues yo sigo aquí, al pie de la ventana, vigilando las mareas.
Y mira que ellas ya se saben vigilar solinas, pero me entretiene estar a la espera. No se exáctamente de qué, pero a la espera. Creo que debe ser muy triste vivir sin esperar nada, aunque sólo sea esperar a que suene un teléfono, que amanezca para escapar de los sueños, que anochezca para volver a buscarlos o el silencio de la soledad para arroparlo con la guitarra bien templada.
ay que desantendidinos os tengo....es que diez dias de vacaciones y dos de ojo tapao son mucho para mí, imaginad la de correos atrasados!
Me alegro de que comas bien, karma, hay que cuidarse la salú, y me alegro de que hacefalta espere esperanzado y mire las mareas, gran ocupación sumamente trascendental. Espero ambos esteis muy bien, yo, floreciendo.
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