El pensamiento es una flor

Antes pensaba que no pensaba. No entendía cómo pensaban las demás personas, yo no pensaba, o no sabía pensar. Ahora sé que intentaba pensar en cosas en las que no hay tanto que pensar, por eso no podía…Ahora pienso mucho, igual demasiado pero es difícil cuantificar y valorar estas cosas. Pienso cuando estoy sola, sobre todo. A veces pienso ordenadamente sobre cosas en las que necesito pensar, otras el pensamiento vuela loco y llego a preguntarme de dónde vienen los pensamientos, si de veras surgen de mí o hay algo más allá que los produce, si son casualidades o causalidades, bueno, toda una serie de preguntas que a su vez no entiendo por qué me hago. Puedo seguir así un rato, pero os iba a aburrir.
Hoy pensé un pensamiento que se conectó con la realidad en segundos, qué fue primero? Mi pensamiento o la realidad? Fueron a la vez? Están conectados? Soy yo capaz de conocer la realidad desde mi pensamiento sin salir de mi mente, sin palpar el tangible mundo?, DIOS! Qué de preguntas!...
Ya, no sé si creo en Dios, más bien no, o al menos no en uno o en ese Dios, pero me gusta decirlo o escribirlo porque suena tremendo, y de eso se trata…DIOS!.
A veces mis pensamientos me sorprenden por su lucidez y otras por su falta de ella, a veces los copio y otras no los entiendo ni yo. Hay quien piensa que los pensamientos tienen un efecto energético tan fuerte como las palabras dichas, escuchadas, que suenan, que con sólo pensar ya tenemos un efecto sobre el mundo y sobre el resto de las personas, al menos sobre las implicadas en el pensamiento. Yo, como no sé nada, tampoco sé esto, claro…Pero a veces lo creo y otras veces no, depende del día que tenga. Al final me siento cómoda en este “depende del día” porque admito que así es mi realidad, tan diferente de un día para otro…Hoy creo que con mi pensamiento percibo la realidad completa, que soy tan sabia como el mundo y no hay maestro mejor que una misma, me encantan los días que me siento así, en contraposición a los que me siento totalmente ignorante e incapaz de saber nada de nada. No sé si tengo un trastorno bipolar o qué narices, pero un día así y otro asá, uno contenta y otro triste, uno gigante y otro diminuta…y uno ignorante y otro sabia infinita.

Este fin de semana es el mercau de la caleya, vendréis a verme? Tengo chupitos de arándanos, muy ricos, muy ricos….

el cuadro lo cogí prestado de este blog, sin permiso