Llegó abril, con sus anunciadas lluvias. Aún no se notaron apenas, pero este fin de semana nos dejó ese orbayu de siempre, ese que llaman calabobos porque parece que no te mojas, y empapa. Suave, lento, implacable, no tan frio, gris, perezoso...
Fue la folixa de primavera en mieres y allá nos fuimos a ver a Llan de Cubel y a beber sidra gratis. Lo que siempre pasa con la sidra gratis es que acabas con acidez, y con Llan de Cubel que no son tan bailongos como para bailar, pero igualmente lo pasamos bien.
Cucho y leña y probar la nueva desbrozadora, ahora agujetas y el cuerpo resentido de tanta cosa. Se prepara la primavera llena de actividades , puentes y vacaciones, y yo muerta de ganas, el jueves empiezo.
Me doy cuenta mirando este blog que no ando nada trascendental, qeu más bien estoy hortelana dejando esa faceta mía que corresponde a las etiquetas de "felicidad" y "realidad", quizás ya pasó, quizás llegué a un punto sin retorno o a un camino sin salida, o mi cabeza está llena y tengo que borrar mensajes ...o va a ser que no leo nada. Bueno, si alguien lo echa de menos, que lo diga o que al menos plantee una nueva pregunta o debate, porque yo no sé, no sé yo...
Muchos besos húmedos
2 comentarios:
Pues a mi me encanta tu diario hortelano. Se aprende mucho y no sólo de las labores del campo, porque también se aprende un estilo de vida, una forma de ver el tiempo (ambos tiempos), una perspectiva, etc.
No obstante, también me apunto a filosofar, por ejemplo, sobre la realidad. Es un tema que me apasiona y del que creo que ya te expuse mi idea ¿o no?.
Por Donosti también ha llegado abril para sembrar de agua el camino que reemprendo el miércoles hacia mi Llanes del alma.
Besos.
Estoy de acuerdo con Hacefalta. A los urbanitas nos encanta leer sobre las cosechas, lo que toca sembrar y recoger, tus problemas con la desbrozadora, si consigues prao ó no.
Y me gusta mucho también cuando te pones trascendental, así que por mí, sigue siendo como eres. Me gustas.
Besines,
Lurdes
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