
Al principio el tiempo se portó bien con nosotros, pero ahora no para de llover. La panera tiene un techo azul de plástico que apenas la protege, abiertas sus entrañas a las inclemencias del otoño, que al fín llegó. Viento, agua, frío, nieve en los altos. Ahora sí que apetece tizar la cocina para asar castañinas y hacer calceta pacíficamente junto al fuego. Dice la estación meteorológica que el mínimo esta semana en la puerta de mi casa ha sido 6.4º, así que la diferencia es clara con la semana anterior, que llegamos a 28º.
Mucha actividad, en general, parece que es lo que marca el momento, excepto hoy, que una fuerza misteriosa me impide salir de la verja hacia fuera y lo más lejos que he ido es el gallinero. Domingomomingomomongo....no me muevo del llau del fuiu.....
1 comentario:
Por las fotos se puede ver el tremendo obrón que habéis hecho, ¡felicidades por el excelente resultado!
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