sábado, 12 de diciembre de 2009

viajar

son las 7 de la mañana, los nervios del viaje ya próximo me mantienen despierta y sin querer, madrugué mucho. No sé desde cuándo me da tanta inseguridad irme de casa, me da miedo pasar frio, hambre o pena. No hay refugio como mi hogar. En él, trabajo horas para asegurar al menos que lo del frío y el hambre esté solucionado, y luego alejarme de mi despensa y mi leñera, y más con la amenaza de la nieve, ayayayaaay, me da terror. Me pongo nerviosa y no quiero ir, busco mil millones de excusas y razones razonables para no dormir en ningún lugar que no sea mi casa, a menos que tenga asegurado que voy a estar bien, pero aún así, luego tengo tantas ganas de volver!.
Ay, café, que te voy a dejar una semana, nunca nos separamos tanto tiempo desde que nos conocemos, ya hace un poquito más de un año. La casa me crea tanta dependencia como la perra.
Pero han sido estos tiempos revueltos para mí, de tomar decisiones y elegir, que no sé a vosotras pero a mi me resulta muy difícil, y me vendrá bien alejarme, relajarme, olvidarme... un poco de todo.
Quizás la nieve nos impida salir y haya que posponerlo todo, ahora que ya lo tengo claro y estoy decidida, eso también es muy típico, que me cueste dios y ayuda decidir algo y luego quede todo pa prau.
Además de esto, sigo como lu, dando vueltas al mundo parejil, como ella dice. Pensando  en la individualidad y la soledad, la independencia y las necesidades, la vida en pareja, en comunidad, y sola, los modelos de pareja y de convivencia...de momento he llegado a confluir con teo, por fín! en que no hay otra manera de relacionarse que como individuos enteros, completos, independientes y sin necesidad del otro. Solo compartir, y principalmente lo bueno. Es muy dura esta visión, ya que las necesidades, debilidades, enfermedades y dependencias de todo tipo quedan fuera, en un apáñatelas como puedas, camina tu camino sufriendo...Pero a la vez parece lo más lógico y sano, amores libres, sin encadenamientos, sin compromisos familiares ni de ningún tipo, aparte de "nos apetece compartir estos momentos"... De momento a mí, darme esta libertad me ha tranquilizado, quitado presiones y estresses y amar mucho más sanamente a mi pareja, a la vez que da espacios de crecimiento individual y desarrollo en soledad u otras compañías, para que cada uno de nosotros esté más entero y se más capaz de dar y no de pedir ni necesitar.

qué difícil es todo, a veces.

2 comentarios:

Lukosh dijo...

¿Qué tal ha ido el viaje? ¿A dónde has ido? ¿Has vuelto ya?

A mí también me pasa, cuando hace tiempo que no viajo, que me da muuucha pereza (una mezcla de miedo, pereza y pocas ganas de salir). Cuando viajo a menudo no me pasa eso. Cuando una trabaja y vive en casa, ésta se convierte en una parte de una; al menos a mí me pasa eso.

Espero que el viaje haya ido bien y que las fiestas las pases contenta y con la compañía o la soledad que desees.

¡Muchos besinis y excelente 2010!

Lukosh dijo...

Sobre los amores, ojalá puedas seguir por esa vía que has tomado... Aunque sé que es bastante complicado. El tiempo tiende a hacernos invasores.