miércoles, 12 de diciembre de 2007

¿SOMOS?

Después de tan arduo debate sobre sentimientos, sexos, generalizaciones, amor, relaciones humanas…cansé. Me apetece cambiar el tema y tras meditar sobre los diferentes tópicos posibles decido volver a la felicidad, que es de mis favoritos.

Entro al trapo cerrando el anterior: hemos participado en una lucha de opiniones en la que cada un@ de nosotras define su propia personalidad. Resulta para mí intrigante esa manía humana de autodefinirse en base a nuestras convicciones. Creo recordar ya hablamos sobre esto en “Qué Bello es Vivir?”, pero centrado principalmente en la flexibilidad de nuestras certezas. Parece que en base a esas certezas construimos nuestra personalidad para convertirlas en una especie de tarjeta de presentación de nosotras mismas. (Hablo de las personas, voy a utilizar el femenino plural porque lo de la arroba me parece muy hortera). Somos lo que pensamos, lo que nos gusta y lo que no nos gusta, como en tiempos algo más jóvenes fuimos punkis, jipis, anti-globalización, pijos, skins, conservadores o renovadores, etc.
Dicen los budistas que nuestros pensamientos no son más que juegos de la mente. Ahora mismo se diría que somos nuestra mente, sin embargo, la maraña a la que diariamente nos enfrentamos que incluye auto-juzgarnos por nuestros actos forma parte de ese espejismo que nosotros mismos creamos. Parece ser que la realidad que nos rodea no existe, sino que es una ilusión total que entre todas creamos jugando con la razón. Esta razón está totalmente condicionada por la educación, la cultura social a la que pertenecemos, las experiencias vividas, etc. Es por esa causa que nos cuesta vivir fuera de los clichés preestablecidos, puesto que en cierta manera forman parte de nuestra realidad. Entonces, siguiendo con el pensamiento budista, la manera de encontrar nuestro verdadero yo, sacarle de los engaños que le produce la mente, sería la meditación. Por medio de esta ancestral práctica conectamos con ese Yo verdadero o Yo superior, para algunos divino, para otros simplemente libre y verdaderamente consciente, el verdadero conocimiento del Ser y de Todo lo que Es, que no tenemos porque equiparar a Dios, aunque parece ser la misma cosa. Esa es su búsqueda, igual que nosotras nos peleamos con la comprensión de la realidad que nos rodea, ellos persiguen librarse de ella como descorriendo un telón de brumas que nos enturbian la visión para llegar a ese Conocimiento Esencial que cuando se encuentra permite alcanzar ese estado de indescriptible paz que llaman Nirvana. Sería este el estado de felicidad que buscan. Parece que llamar felicidad al Nirvana se queda en poca cosa, parece que esa paz espiritual es muy superior a cualquier placer que en el mundo occidental podamos conseguir en nuestra búsqueda. Intentamos por todos los medios conseguir estados de felicidad y/o placer o conseguir que momentos esos efímeros perduren en el tiempo o en nuestra memoria aunque seguimos sin saber qué son esos términos y si son o no lo mismo o sólo guardan relación.
Resulta llamativo que la búsqueda de la felicidad y paz espiritual por el método budista sea casi lo contrario de la occidental, que casi todo lo que consideramos nos proporciona ese estado forma parte de una ilusión, de un autoengaño, en el fondo ni siquiera existe. Sin embargo, pensaba yo anoche en cómo en los momentos de placer de la vida mundana causados por el amor puro o el sexo, las drogas, las satisfacciones materiales, lo que queráis, en esos momentos en los que diríamos que somos o nos sentimos felices, es precisamente cuando nuestra mente está algo enajenada. Por medio de diferentes hormonas y sustancias que nuestro cuerpo produce o si no consumimos para conseguir efectos similares a ese bienestar, nuestra mente se relaja, se olvida de las normas, convenciones, protocolos. En momentos de gran alegría o placer se diría que casi perdemos el contacto con nuestras convicciones más inamovibles, se relativiza nuestra realidad, se relaja. ¿Estaremos entonces en un estado cercano a ese nirvana? ¿Estaremos entonces, conectados con nuestro cuerpo, emociones, instintos primarios, más cerca de nuestro verdadero yo? En ese caso quizás sea cierto que la mente es una maraña de porquería y la realidad una ilusión.
Yo prefiero pensar que somos luz.

http://es.youtube.com/watch?v=ul7TT98Na9s

8 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta esa canción, me trasmite mucho cuando la escucho, me hace sentir en armonía con el cosmos. Es verdad que hay momentos sublimes, quizás identifique en mi vida tres o cuatro situaciones en las que me sentí nirvana, comprendiéndolo todo sin fisuras.Fue maravilloso. La mente es lo más complejo que existe en el universo conocido y creo que es capaz de todo, y no hay limites más que los que uno se pone.

Karma dijo...

Que pasada!Ojalá yo llegue a sentirlo alguna vez... debe ser maravilloso. Me he sentido muy feliz y plena en muchas ocasiones, pero jamás he llegado a comprenderlo todo... y mira que me gustaría!
Quizá sean los momentos en los que estoy sola conmigo misma, sin pensar en nada, simplemente sintiendo la vida, los que más me hayan llenado... pero intuyo que algo cambiará en mi si algún día creo vida...
Desde pequeña muchísimas veces me pasa una cosa y es que me abstraigo de vez en cuanto y me convierto en un observadora externa, que se fija en las personas. Pero son personitas diminutas, como los muñequitos verdes que trabajaban para los fraguel. Me explico. Como cuando miras una fila de hormiguitas haciendo su trabajo, su vida... igual, pero con las personas, y me sirve para ver cómo nos hemos adaptado al medio que nos rodea y cómo nos hemos organizado, nuestra "evolución" y al final, lo asumo como el resultado de una supervivencia, que quizá se nos haya ido bastante de las manos...
Pero ya me estoy emparanoiando!
Ojalá tenga éxito nuestra búsqueda

Lukosh dijo...

Hola Laurita,
No sé, yo tengo bastante con preocuparme por mi propia “realidad covencional” personal como para andar pensando en si es ésta la realidad “real” o no... Aparte, creo que en la entrada anterior habíamos quedado en que no hay más “realidad que la que vivimos cada uno” ¿no? No sé, yo creo que “mi realidad” es tan “real” como la de los monjes budistas en su meditación, de cualquier forma, me parece que pensar que otros viven una realidad mejor o más feliz es tener creencias (fe en que se puede llegar a algo diferente) y yo soy una mujer de poca fe...

¿Somos luz? Bueno, ¿y somos carne y somos sentimientos y somos, somos, somos...?

La canción a mí no me ha gustado... me recuerda los ritmos evangélicos... Lo siento, es que yo soy así y vivo en una realidad “virtual” en la que relaciono las cosas de una forma algo primitiva.

Bueno, yo siempre poniéndole la nota de oscuridad a tanta luz (¿cegadora?)... tengo algo de siniestra.

Muchos besos buenos Laurita

P.S.: Mi blog se llama en realidad “¿Qué bello es vivir?”, es una pregunta no una afirmación.... ;-)

Karma dijo...

Jajaja, lo de los ritmos evangélicos es que me ha hecho mucha gracia...
A mi me pasa parecido, esa música no me llena, aunque entiendo que la letra le llegue a mucha gente. De hecho ha triunfado y se oye mucho!
Besines

lauritalafantastica dijo...

A mí me gustan esos ritmos evangélicos, me gustan los mantras y me gusta el canto gregoriano, creo el ser humano en su búsqueda de Dios encuentra a veces lo mejor de sí mismo.
Por cierto que ayer fue Santa Lucía y olvidé llamar a mi querida prima reencontrada en ese maravilloso día que anuncia la posibilidad de una nueva primavera. Por fín comienzan a crecer los días y lo que era un lento morir se convierte en tranquilo anuncio del renacer.

Lukosh dijo...

La verdad es que el día 13 de diciembre es un día precioso, no por el santo, sino por lo que dices... empiezan a crecer los días, ¡finalmente!
¡Muchas gracias! ¡Yo estoy encantada de haberte reencontrado! Espero que nos veamos en breve.
Muchos besos

Anónimo dijo...

yo creo que la felicidad es una palabra vacía lo que llena realmente la existencia es el camino que te conduce a ella.

Besos, María.

lauritalafantastica dijo...

precisamente, por eso disfruto tanto con este blog...
Miles de besososososos