Algo retrasada, hay cosas por hacer pero la frenética primavera con su explosión de actividad mezclada con las lluvias de abril me hace retrasarme. Creo que todos los años me pasa, y todos los años me quejo de lo mismo, que abril con sus lluvias me retrasa y mayo me estresa. Pero ya sayamos y aporcamos las patatas y está sembrada la faba verdina, el maiz y los fréjoles, también entre el maiz medio kilo de tolosako babarrunak, esas alubias negras brillantes como perlas, que me trajo Mario desde Donosti con mucho amor. Tengo pendientes unas fabas de otra familia más antigua, más basta, muy grandes. No recuerdo su nombre ahora mismo, pero las flores son rojas en vez de blancas y las matas son imponentes.
La lechuga "invierno astur" ha resultado una maravilla, las plantadas en septiembre ya están espigando, pero los bancales plantados en ocutubre y noviembre son los que vamos comiendo, son deliciosas y perfectas hasta que acogolle la "reina de mayo", mientras planto la "maravilla de verano". Han resistido heladas y nevadas, lluvias constantes y frios, porque este invierno no fue fácil, y son unas lechugas fantásticas.
A los ajos ya les hice el moño, aunque aún no llegó sanantoño...están muy simpáticos, un campo de nudos. Empezaban a espigar y hubo que darse prisa. Cuando sale el sol, pica. Calienta mucho, las temperaturas suben y bajan con bastante brusquedad, pasamos de 10 o 12 grados a 25 y luego vuelve a bajar. Supongo que esta situación acelera los procesos de las plantas y por eso los ajos espigaron quince dias antes de lo esperado.
Los guisantes, arbeyinos, son una jungla impenetrable porque un año más, lo de los palos no está bien hecho. Observando las huertas vecinas, veo que ponen los bancales de guisantes separados entre sí, y eso facilita el asunto. Yo tengo cinco bancales seguidos y es imposible pasar entre ellos sin romper algo. La floración, eso sí, espectacular. Esperemos los glayos y cuervos, mirlos y pegas, nos dejen alguno para comer las personas. Son los guisantes tiernos tan ricos que siempre me piden muchos, hay incluso personas que dicen cosas como "te compro toda la cosecha", lo que es muy halagador, pero no tienen en cuenta que a mí también me gustan, y a los pájaros, más.
Me faltan aún zanahorias, remolachas, calabacines y pepinos. De estos últimos ya he decidido comprar la planta, porque no sembré a tiempo. Los tomates, autóctonos esta vez, y las guindillas, siguen en la ventana, protegidos con un plástico, pero creciendo a buen ritmo y con ganas de salir al exterior. Cuando deje de llover...
Y la escanda, qué decir. Tengo que sacar fotos, lo sé, es que no me organizo. Está verde oscura (negra, dicen las vecinas), lo contrario de amarillo claro que sería mala señal. Alta como mi cuello, eso será aprox. un metro y medio. Estuvimos poniedo cuerdas para que se apoye en ellas en caso de que el orbayu por san juan le pese en las espigas, y de tanta producción y profusión, caiga. Ese dia daba gusto mirarnos entre nosotros, parecíamos orientales en campos de cereales, y casi lo éramos, en realidad. Solo las cabezas apareciendo entre el frondoso verde. Dicen que es la tierra de pan más grande que hay en el valle. No sé si es verdad o no, pero sí es muy halagador. Me siento orgullosa de ella y de nosotros. Las tierras colectivas son un pequeño logro pero un gran símbolo. Cultivar juntas nos hace más trabajadoras y más ambiciosas, sólo queremos sembrar y sembrar. Así sembramos también el maiz en Xomezana, y el gran patatal de Riosa, a pesar de varios avatares, está esperando que terminemos de sayarlo y aporcarlo.
Leo esto y no entiendo cómo me ha dado tiempo, y sí entiendo cómo estaba tan estresada. Agradezco mucho el apoyo y el trabajo de Luis, siempre dispuesto a ayudarme. Como cada año, gracias al apoyo de los demás saco mi huerta a delante, porque yo suelo ir ahogada, con la vida reducida a fines de semana.
Me hace tan feliz la huerta, tan útil, tan coherente...
Me hace feliz también ver que algunas de vosotras lo leeis con interés, ojalá os sirva de algo.
...Si quieres ser feliz toda la vida...cuida tu jardín
La lechuga "invierno astur" ha resultado una maravilla, las plantadas en septiembre ya están espigando, pero los bancales plantados en ocutubre y noviembre son los que vamos comiendo, son deliciosas y perfectas hasta que acogolle la "reina de mayo", mientras planto la "maravilla de verano". Han resistido heladas y nevadas, lluvias constantes y frios, porque este invierno no fue fácil, y son unas lechugas fantásticas.
A los ajos ya les hice el moño, aunque aún no llegó sanantoño...están muy simpáticos, un campo de nudos. Empezaban a espigar y hubo que darse prisa. Cuando sale el sol, pica. Calienta mucho, las temperaturas suben y bajan con bastante brusquedad, pasamos de 10 o 12 grados a 25 y luego vuelve a bajar. Supongo que esta situación acelera los procesos de las plantas y por eso los ajos espigaron quince dias antes de lo esperado.
Los guisantes, arbeyinos, son una jungla impenetrable porque un año más, lo de los palos no está bien hecho. Observando las huertas vecinas, veo que ponen los bancales de guisantes separados entre sí, y eso facilita el asunto. Yo tengo cinco bancales seguidos y es imposible pasar entre ellos sin romper algo. La floración, eso sí, espectacular. Esperemos los glayos y cuervos, mirlos y pegas, nos dejen alguno para comer las personas. Son los guisantes tiernos tan ricos que siempre me piden muchos, hay incluso personas que dicen cosas como "te compro toda la cosecha", lo que es muy halagador, pero no tienen en cuenta que a mí también me gustan, y a los pájaros, más.
Me faltan aún zanahorias, remolachas, calabacines y pepinos. De estos últimos ya he decidido comprar la planta, porque no sembré a tiempo. Los tomates, autóctonos esta vez, y las guindillas, siguen en la ventana, protegidos con un plástico, pero creciendo a buen ritmo y con ganas de salir al exterior. Cuando deje de llover...
Y la escanda, qué decir. Tengo que sacar fotos, lo sé, es que no me organizo. Está verde oscura (negra, dicen las vecinas), lo contrario de amarillo claro que sería mala señal. Alta como mi cuello, eso será aprox. un metro y medio. Estuvimos poniedo cuerdas para que se apoye en ellas en caso de que el orbayu por san juan le pese en las espigas, y de tanta producción y profusión, caiga. Ese dia daba gusto mirarnos entre nosotros, parecíamos orientales en campos de cereales, y casi lo éramos, en realidad. Solo las cabezas apareciendo entre el frondoso verde. Dicen que es la tierra de pan más grande que hay en el valle. No sé si es verdad o no, pero sí es muy halagador. Me siento orgullosa de ella y de nosotros. Las tierras colectivas son un pequeño logro pero un gran símbolo. Cultivar juntas nos hace más trabajadoras y más ambiciosas, sólo queremos sembrar y sembrar. Así sembramos también el maiz en Xomezana, y el gran patatal de Riosa, a pesar de varios avatares, está esperando que terminemos de sayarlo y aporcarlo.
Leo esto y no entiendo cómo me ha dado tiempo, y sí entiendo cómo estaba tan estresada. Agradezco mucho el apoyo y el trabajo de Luis, siempre dispuesto a ayudarme. Como cada año, gracias al apoyo de los demás saco mi huerta a delante, porque yo suelo ir ahogada, con la vida reducida a fines de semana.
Me hace tan feliz la huerta, tan útil, tan coherente...
Me hace feliz también ver que algunas de vosotras lo leeis con interés, ojalá os sirva de algo.
...Si quieres ser feliz toda la vida...cuida tu jardín
12 comentarios:
Qué gusto veros a todas satisfechas: tú, las lechugas, las verdinas...
Me da igual reiterarme, es un placer leerte las cosinas de tu huerta.
Casualmente hoy cociné babarrunak. No estoy contento de como salieron pues, pensando que eran negritos -tengo que organizar la alacena- las tuve a moju demasiado tiempo y me quedaron pelín pellejonas. Sin embargo, el otro día, cociné para media docena de amigos unas verdinas con marisco que me quedaron francamente deliciosas.
Es lo que tiene el ciclismo...
Precioso post.
Besos.
En mi opinión, cuando las alubias salen pellejudas, es porque lo son, no depende del cocinero sino de las alubias. Aunque tendré en cuenta tu observación del remojo de ahroa en adelante.
Deduzco de este comentario, que el anterior post no te gustó.Je.
Era demasiado radical...
Las verdinas son mis fabas preferidas, creo que debería dedicarme a comerlas con más intensidad.
Un besote, grandote
Los moritos requieren de 24 h. de moju; a las babarrunas, verdinas, etc. les basta con 12 h. Sin embargo, nunca tengais los garbanzos demasiado tiempo, a partir de 10 o 12 h. comienzan a fermentar. Las lentejas piquiñinas (sin coma, jejeje...) no las pongo a remojar.
Juassss... sí, el anterior post me gustó y no me pareció tan radical. Lo que pasa es que no me apeteció hacer ninguna reflexión profunda y la entrada lo merecía.
Te he contestado en mi blog.
Besines.
mECACHIS!
Pues lo hubiera hecho mal, en caso de moros y cristianos...ooooohhh....me encantan....
Los garbanzos pra hummus y falafel se dejan mucho más tiemp a remojo, pero hayque ir cambiando el agua. Yo lo suelo hacer con trampa y uso garbanzos ya cocidos, pero los de verdad son crudos y muy remojaditos. Aunque quizás fementen y sea lo que se busque, vete a saber.
Así que no estabas profundo, eh?
Pues yo me bañé en rios poco profundos, aguas frias de la montaña, al sol del lado sur de la cordillera.
Una nota para el tema del ablandamiento y digestion de las alubias, garbanzos ... una cucharadita de bicarbonato en el agua. Salvo contraindicación, si la hubiera.
Con besos desde el Finisterre soleado.
...Yo también soñe un día con teer una huerta, y solo con soñarlo ya era feliz, imagino que recoger lo que uno ha sembrado debe ser muy gratificante. Enhorabuena
Me encanta tu huerta y cómo la vives. ¡Y cómo la disfrutarás en la mesa, qué suerte! Yo, ahora con Massimo he comprendido lo que vale tener una huerta y productos propios, ¡es otra cosa! En Ischia cuando vamos las verduras tienen sabores increíbles, que nunca antes había probado. A ver si algún día conseguimos tener un prado, ¡pondré a Massimo a trabajar todo el día, juas, juas, juas!
¡Muchos besinis y felicidades por tu huerta!
Pues yo también me uno a las felicitaciones y a la envidia. ¡Si es que me parece una maravilla la vida que llevas, de verdad, de lo más gratificante, seguro!, pero me conozco como para saber que yo no duraría el primer invierno. Para eso hay que ser muy fuerte, y tú lo eres.
Bien por tí.
Un besito,
Lurdes
¡qué maravilla! es un hermoso descubrimiento para mí este blog que desborda cariño por todos lados, buen hacer y respeto hacia lo que realizas.
Mi mas cordial felicitación.
Cuando vaya a ver tejos por Lena tengo que pasar a ver esa belleza de huerta.
Un beso.
Ana
Estoy encantado con este blog, en resumen, transmites vida sencillez y amor en todo lo que haces, como ya indiqué soy un nuevo agricultor, con la cabeza loca de tanto leer, este año comenzaré con la tierra, no tengo problema de espacio dispongo de unos 4000metros cuadrados, pero algo si tengo claro, jamas le pediré a la tierra mas de lo que le doy.Un saludo
gracias por leerme en estas entradas d hace tanto tiempo, es un placer hacer disfrutar a alguien.
un saludo
laura
gracias por leerme en estas entradas d hace tanto tiempo, es un placer hacer disfrutar a alguien.
un saludo
laura
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