viernes, 27 de diciembre de 2013


Llegó Nel, con esfuerzo, minando mi entereza, me rendía... pero al final llegó a pesar de todo, a pesar de mí.
Nora le vio nacer y le ama, le cuida y le besa, le abraza y le coge, quiere jugar con él, aún tan pequeño.
Luis le vio nacer y también le ama, aunque ahora se dedica a Nora para que yo pueda dedicarme a él a tiempo completo y ella se sienta querida y acompañada. Supongo que pasa ganas de estar con el bebé...
Yo le sentí nacer desgarrándome y rompiéndome, le cojí y era un saquito de huesos, delgadito y pequeño, mojado, lloroso, casi no sabía aún qué hacer con aquella cosita. Ahora le amo, pero me siento perdida en la nueva vida, no puedo atenderle del todo y a Nora casi nada, quiero llegar y no puedo, quiero salir y tomar el sol y a la vez ser libre, ahora tan atada. Tengo muchos sentimientos encontrados y hago sufrir a los de mi alrededor, con mis líos.
Espero pronto adaptarme y que todo pase para encontrar una nueva normalidad.
Bienvenido, pequeño ser, nuevo hijo.

1 comentario:

Texu dijo...

Tranquila, lo vas a hacer bien. El trabajo que da un segundo bebé no es el doble, es algo más, pero se puede. Marca tu ritmo y llega hasta donde tus fuerzas alcancen, disfruta de todos los momentos bellos que tu gente te da y descansa.
Felicidades por Noe y no te preocupes que se sale, aunque uno algunas veces piense que no, lo se por experiencia.